Una larga fila cruzaba este viernes la calle 116 con la avenida St Nicholas de Harlem, en Manhattan, al frente de un templo de una congregación religiosa. Se trata de una escena muy común en la Gran Manzana en las vísperas de Acción de Gracias, en donde iglesias y grupos caritativos distribuyen de forma gratuita toneladas de pavos y pollos en toda la ciudad.
Pero este 2020 marcado por la pandemia y el desempleo, las organizaciones que por décadas han trabajado en estas jornadas, han puesto el acento en proveerse más productos que de costumbre. Y es que todo avizora que la demanda será exponencialmente mayor.
Sultana Ocasio, directora comunitaria del Food Bank, una de las organizaciones más grandes que provee alimentos para comedores, despensas y refugios de la ciudad de Nueva York, asegura que en este ‘Thanksgiving’ la expectativa es que se multiplique de manera considerable la cantidad de personas que requieran acceso a sus programas.
“Hemos visto muchas más familias neoyorquinas que requieren de nuestros servicios por primera vez. Aunque también es importante destacar que han aumentado nuestros voluntarios, en medio de esta calamidad de salud pública. Por eso, es más importante que nunca la acción de los patrocinantes. Cada dólar que recibimos de donación se convierte en tres platos de comida para los más vulnerables”, explicó Ocasio.
Según el cálculo de varias coaliciones, alrededor de 2 millones de residentes del estado de Nueva York necesitarán asistencia alimentaria en esta temporada de fiestas. Esto se traduce en 500,000 más personas antes del comienzo de la pandemia el pasado marzo.