A la complicada trama del proceso de vacunación contra el COVID-19 en la Gran Manzana se unió este viernes una sentencia del alcalde Bill de Blasio: ¡Si el Gobierno federal no envía dosis adicionales la próxima semana, la ciudad se quedará sin suministros de los nuevos fármacos!
Existen en los inventarios de los cinco condados menos de 186,000 unidades de las primeras dosis de Pfizer y Moderna.
El mandatario municipal reveló que centros de salud como Mount Sinai Hospital y NYU Hospital ya no aceptan citas porque no tienen disponibilidad de inmunizaciones.
“Tenemos un problema fundamental aquí. Estamos acelerando el proceso de vacunación, pero no vamos a tener suficientes vacunas para fines de la próxima semana. Necesitamos la máxima presión sobre Washington y Albany. Y también sobre los fabricantes, para que nos entreguen cientos de miles de dosis de inmediato”, resaltó.
Las autoridades de Salud de la ciudad de Nueva York ya ha administrado más de 337,500 dosis a los neoyorquinos, incluidas más de 42,000 segundas dosis. El 71.3% de las 175,000 vacunas que se proyectaba distribuir al final de este fin de semana ya fueron inoculadas.
Los planes se caen
El reabastecimiento de 100,000 dosis las últimas semanas, con base a los números que maneja el Alcalde es “muy insignificante”, tomando en consideración que desde el pasado lunes se incorporaron a la estrategia de vacunación todos los neoyorquinos mayores de 65 años.
La escasez de los fármacos interrumpiría el objetivo de la Ciudad de administrar 1 millón de dosis en los cinco condados para fines de enero, retrasando la perspectiva de lograr rápidamente la inmunidad colectiva y reabrir por completo la economía de manera segura.
Cuomo: ¡Necesitamos más dosis!
Pese a los escollos en el proceso de vacunación, el gobernador Andrew Cuomo es optimista que Nueva York “ganará la guerra” contra el coronavirus con “la vacuna como su arma más grande”, pese a que remarcó que durante la última semana el suministro de las dosis al estado disminuyó de 300,000 a 250,000.
Actualmente 7.1 millones de neoyorquinos del grupo 1A y 1B son elegibles para ser vacunados. Al actual ritmo de suministros por parte de la Administración federal, eso significa que se tardarían seis meses en inmunizar a personal de salud y de educación, policías, bomberos, rescatistas y las personas mayores de 65 años.
El tema se complica aún más cuando los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han recomendado también incorporar a esta fase al grupo de individuos con “enfermedades preexistentes”.
“Estamos hablando con funcionarios federales para aclarar qué condiciones de salud subyacentes calificarían. ¿Los diabéticos, los obesos, los fumadores, quienes tengan problemas coronarios? Esa guía todavía no la tenemos clara. Todos los caminos conducen a que necesitamos más dosis”, reclamó Cuomo.
Según los cálculos preliminares del Departamento de Salud del Estado, si se permitiera vacunar a todas las personas con afecciones preexistentes, eso se traduciría en que cerca de 12 millones de personas más calificarían para ser elegibles a la vacuna en la etapa 1B.
La curva se aplana
Dentro del mar de complicaciones para frenar la segunda ola de la pandemia, el mandatario estatal aseguró que en los últimos tres días se observó un ligero descenso de los nuevos infectados en comparación con las cifras preocupantes que se empezaron a perfilar inmediatamente luego del Año Nuevo.
“Como empezó a aplanarse en la actividad social, comenzó a disminuir un poco la tasa de COVID-19. Y esa es una buena noticia. Preferiríamos no haber visto el aumento, hubiese sido peor si no hubiésemos hecho tantas advertencias durante las vacaciones”, acotó.
Además se confirmó un nuevo caso de la variante del coronavirus que se detectó en el Reino Unido en un paciente en el condado de Nassau. Hasta ahora hay 16 de contagiados con esta nueva cepa en todo el estado de Nueva York.
Este jueves el promedio de positividad en todo el estado arrojó un 6.14%, se confirmaron 19,942 infectados y 183 fallecidos.