Sindicatos haitianos convocaron a un huelga general el 1 y 2 de febrero próximos para protestar contra la inseguridad y los secuestros que alcanzan hoy cifras alarmantes.
Reunidos en el Colectivo de Sindicatos Haitianos por el Respeto de la Constitución de 1987, reclamaron al gobierno compensar a las familias víctimas del clima de violencia extendido en casi todos los territorios del país, en especial la capital.
Su portavoz, Duclos Benissoit, también llamó a todos los sectores de la vida nacional a formular estrategias para contener la crisis sistémica del país.
Importantes sindicatos como la Central Nacional de Obreros Haitianos, que reúne a trabajadores textiles, o el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos, apoyaron el movimiento.
Haití vive un recrudecimiento del clima de inseguridad en sus capitales departamentales, entre las cuales resalta Puerto Príncipe, con un elevado número de homicidios, secuestros y masacres en barrios desfavorecidos.
En la última semana, raptaron no menos de 10 personas para reclamar un rescate, entre ellas la estudiante Géraldine Joachin, quien fue torturada antes de su liberación la víspera. También una profesora, un conductor y una bailarina estuvieron entre las víctimas.
El martes pasado, jóvenes organizaron una sentada ante la residencia del primer ministro, Joseph Jouthe, para denunciar la reincidencia de estos casos, perpetrados en la indiferencia e inercia de la institución policial. Las fuerzas de seguridad pública, por su parte, los reprimieron con gases lacrimógenos.
También el jueves, estudiantes y conductores de transportación colectiva protagonizaron dos movimientos de protesta en Carrefour, situado en la salida sur de la capital, para reclamar al gobierno asumir sus responsabilidades ante el alza de este fenómeno.
Organizaciones de derechos humanos estiman que cada día son secuestradas al menos cuatro personas, aunque la mayoría de los casos no son denunciados en las instituciones judiciales.