Preocupado por el aumento de las variantes de COVID-19, Canadá impondrá pruebas de detección en su frontera terrestre con Estados Unidos a partir del 22 de febrero, que actualmente solo es accesible para viajes “esenciales”, anunció Ottawa este sábado.
“A partir del 22 de febrero, a menos que estén exentos, los viajeros que ingresen a Canadá a través de cruces fronterizos terrestres deberán ser evaluados con un kit de hisopos de recolección propia”, señaló la Agencia de Salud Pública de Canadá en un comunicado de prensa.
Canadá y Estados Unidos anunciaron el viernes la extensión hasta el 21 de marzo del cierre de su frontera común a los viajes no esenciales.
Los kits de prueba se ofrecerán en los cientos de puntos de entrada terrestres y las pruebas se pueden llevar a cabo en un centro especializado o en el lugar de cuarentena del viajero, dijo la agencia.
Los centros de detección estarán operativos a partir del 22 de febrero en cinco de los principales cruces fronterizos y a partir del 4 de marzo en otros 11.
Los kits incluirán instrucciones, así como otra prueba obligatoria que se realizará el décimo día de la cuarentena de 14 días.
Los viajeros que lleguen a Canadá en avión deberán someterse a una cuarentena de tres días en hoteles a su cargo, mientras esperan los resultados de su hisopado.
Esta medida, anunciada a finales de enero, entra en vigor el lunes.
En caso de resultado negativa, deberán seguir en cuarentena por un total de 14 días en casa y si es positiva en un centro de salud público.
El sistema de reserva telefónica para encontrar habitación en los hoteles seleccionados por las autoridades presentó contratiempos el sábado, con esperas muy largas, según medios canadienses.
La administradora de la agencia de salud pública, Theresa Tam, subrayó el sábado que la amenaza de variantes podría revertir la tendencia a la baja de las infecciones constatada recientemente y llamó a la población a que respete a rajatabla las medidas de protección.
Tam dijo que hasta el 18 de febrero se habían reportado 704 casos de “nuevas variantes preocupantes” en Canadá, incluyendo 664 de la B.1.1.7, descubierta en Gran Bretaña.
En el país se ha registrado más de 840,000 casos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia y más de 21,000 muertes, según se informó este sábado.