El comisionado especial de seguridad e inteligencia del gobierno interino de Venezuela, Iván Simonovis, renunció a su cargo, según confirmaron fuentes cercanas a la oficina del líder opositor Juan Guaidó.
Simonovis, un excomisario condenado a 30 años de cárcel por su presunta responsabilidad en una revuelta violenta en Caracas contra el gobierno del expresidente Hugo Chávez, en 2002, pero que se exilió hace un par de años tras evadirse de su custodia policial, formalizó su dimisión con una carta que envió al despacho de Guaidó y que se ventiló en las redes sociales.
En la misiva, sin embargo, no revela las razones de su renuncia. Le agradeció a Guaidó, en cambio, “el privilegio y la oportunidad de ser parte de su gobierno”, y se declara satisfecho por “haber cumplido con las metas establecidas, manteniendo estrecha relación y cooperación con diversos organismos de investigación dentro y fuera de los Estados Unidos”.
Sobre el gobierno de Estados Unidos, destacó su “clara disposición” a apoyar los objetivos políticos planteados por la oposición venezolana. Simonovis -al igual que el propio Guaidó- fue invitado al último discurso del Estado de la Unión de Donald Trump, en 2020.
“Me siento profundamente comprometido con todos los presos políticos que han sido y siguen siendo víctimas del mismo régimen que me mantuvo 15 largos años tras las rejas. Aunque esté fuera hoy, no seré libre hasta que ellos y Venezuela también lo sean”, dijo sobre los más de 300 detenidos por razones políticas por el gobierno de Nicolás Maduro, según cifras opositoras.
Simonovis era considerado una pieza clave del gobierno de Guaidó en las investigaciones en Estados Unidos sobre asuntos de seguridad en Venezuela y de corrupción de funcionarios vinculados al poder ejecutivo de Nicolás Maduro.
El exfuncionario operaba con íntima relación con la embajada de Venezuela en Washington, representada por el político opositor Carlos Vecchio. Entre sus roles, resaltaba su colaboración directa con agencias estadounidenses de inteligencia y de políticas antidrogas, como la CIA y la DEA.
También, asesoraba a Guaidó y a Vecchio en el diseño de políticas de seguridad para Venezuela en lo que sería su proceso de “reconstrucción”. El embajador venezolano lo valoró al momento de su designación como “un activo, un pilar fundamental” de sus actividades diplomáticas en Estados Unidos.
Al ocupar su cargo, Simonovis había prometido colaborar con “rescatar el estado de derecho, apegado a la Constitución y la ley, con un objetivo muy claro: acabar con el sufrimiento de nuestro pueblo, Venezuela”.
